Los padres se preocupan mucho cuando reciben una carta del colegio diciendo que su hijo «no presta atención al profesor», “no para quieto y molesta”, o que «se porta mal en el aula». Una posible causa para este tipo de comportamiento es el Desorden de Deficiencia de Atención debido a la Hiperactividad (TDAH) (Attention Deficit Hyperactivity Disorder ADHD).
Aun cuando el niño con TDAH quiere ser un buen estudiante, su comportamiento impulsivo y su incapacidad para concentrarse o para prestar atención se lo impiden. Los maestros, los padres y los amigos saben que el niño «se está portando mal» o que «es diferente», pero no saben exactamente qué es lo que le pasa. Un psicólogo de niños y adolescentes puede diagnosticar y tratar al niño con TDAH.
En los niños pequeños los síntomas de «hiperactividad» del TDAH pueden incluir el movimiento excesivo, alta activación y alta demanda, en los niños mayores se observa la incapacidad para estarse quietos y el ser nerviosos y exagerados. El TDAH es diez veces más común en niños que en niñas.
El niño con TDAH presenta varias de las siguientes características:
- Tiene dificultad organizando su trabajo y da la impresión de que él o ella no ha escuchado las instrucciones
- Se distrae fácilmente
- Comete errores por ser descuidado o por ser impulsivo
- Habla demasiado en clase
- No tiene paciencia para esperar su turno en situaciones de grupos
- No puede terminar lo que los padres le piden
- No suele jugar al mismo juego durante el mismo tiempo que otros niños de su edad, se cansa rápido y cambia de actividad.
Sin el tratamiento adecuado, el niño se retrasa en sus estudios y pierde sus amistades como resultado de su falta de cooperación en los juegos y en las otras actividades sociales. Su amor propio sufrirá porque soporta más fracasos que éxitos y es muy criticado por profesores y familiares, quienes no entienden su problema de salud.
Las investigaciones científicas demuestran que hay medicinas que pueden ayudar al niño en ese caso. La medicina que se usa para el TDAH es mucho más eficaz cuando es parte de un plan de tratamiento comprensivo que incluye evaluaciones psicológicas frecuentes, psicoterapia para el niño y la familia, y consultas con los maestros.
Si el niño demuestra tener problemas de conducta, como los del TDAH, los padres pueden pedirle a su médico de familia o al pediatra que les recomiende un psicólogo de niños y adolescentes, quien puede diagnosticar y tratar al niño con la enfermedad. Reuniéndose con el psicólogo de niños y adolescentes los padres pueden aprender cómo hacerle frente al problema de su hijo. Además, el psicólogo de niños y adolescentes ayuda frecuentemente a los profesores a determinar cuáles son los métodos más efectivos para enseñar a los niños que sufren del Desorden de Deficiencia de Atención debido a la Hiperactividad.