La depresión no es sólo una alteración del estado de ánimo que sobreviene exclusivamente por déficits bioquímicos.
No podemos olvidar que toda depresión tiene un contexto biográfico, personal y social, que el terapeuta debe intentar comprender y explicar. En ciertas personas es un modo de relacionarse con la vida, quizás aprendido y practicado desde la infancia; a menudo es un grito de socorro, en otras es una agresión, en otras es un “intento de solución”… Ni que decir tiene que llegados a un punto, necesitamos ayuda.
El desgaste que tiene para uno mismo y para los que nos rodean hace absolutamente necesaria la intervención de dos profesionales: un psiquiatra y un psicólogo.
No hay que dejar esperar, la depresión siempre va a más.